miércoles, 4 de agosto de 2010
sábado, 26 de junio de 2010
Hola querido amigo y amiga de “Tr”, te damos muchas gracias por haber estado presente en nuestro 3º Congreso Juvenil de Trastornados “Huellas de Concreto”. Damos gracias a Dios por aquellas personas que Él dispuso para ministrarnos a lo largo de todo el evento y por sobre todo le damos gracias a Él porque pudimos disfrutar y adorar Su preciosa presencia.
Hubo aproximadamente 300 jóvenes decidiendo por la “integridad”, todo un ejercito!! que puede afectar a cientos y cientos de jóvenes más!! Y eso nos entusiasma para seguir traspirando la camiseta de la fe y seguir sirviendo a nuestra generación, así que vamos por más!!
Muchos, en la historia de la humanidad, pretendieron dejar huellas visibles para guiar a los hombres en el camino de la vida pero estas huellas se desvanecen en la confusión de la falta de verdad… Jesús dijo: YO SOY EL CAMINO!! YO SOY LA VERDAD!! YO SOY LA VIDA!! Él sí supo dejar “Huellas de Concreto” y aunque muchos a lo largo de la historia quisieron borrarlas, jamás pudieron… Quienes decidieron no sólo creer, sino también apoyar sus pies en estas huellas son aquellos que marcaron la historia con la verdad del evangelio… más que palabras, más que una corito, más que un templo, más que una religión, es poder de Dios que transforma vidas!! que cambia las sociedades!! que establece el Reino de Dios sobre la Tierra!!
Vamos!! Apoyemos nuestros pies sobre “Huellas de Concreto”. Avancemos hacia una generación que marca la historia!!
“…estos que han trastornado el mundo entero han venido también acá…” (Hchs.17:6)
Trastornados “Shake the World”
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Estamos avanzando y buscando crecer como ministerio, si te gustaría ser parte activa de Tr y tirar ideas, sugerencias, etc., empeza visitando nuestro blog, facebook, conocenos, y podes escribirnos también a trastornados_22xc@hotmail.com
martes, 15 de junio de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
miércoles, 21 de abril de 2010
De muertos a vivos, y vivos con propósito!!!
Jer 35:1-19
(1) Palabra de Jehová que vino a Jeremías en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:
(2) Ve a casa de los recabitas y habla con ellos, e introdúcelos en la casa de Jehová, en uno de los aposentos, y dales a beber vino.
(3) Tomé entonces a Jaazanías hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos, y a toda la familia de los recabitas;
(4) y los llevé a la casa de Jehová, al aposento de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, varón de Dios, el cual estaba junto al aposento de los príncipes, que estaba sobre el aposento de Maasías hijo de Salum, guarda de la puerta.
(5) Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino.
(6) Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos;
(7) ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis.
(8) Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas;
(9) y de no edificar casas para nuestra morada, y de no tener viña, ni heredad, ni sementera.
(10) Moramos, pues, en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mandó Jonadab nuestro padre.
(11) Sucedió, no obstante, que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, y ocultémonos en Jerusalén, de la presencia del ejército de los caldeos y de la presencia del ejército de los de Siria; y en Jerusalén nos quedamos.
(12) Y vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:
(13) Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová.
(14) Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros desde temprano y sin cesar, y no me habéis oído.
(15) Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis.
(16) Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre; pero este pueblo no me ha obedecido.
(17) Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.
(18) Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mandó;
(19) por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No faltará de Jonadab hijo de Recab un varón que esté en mi presencia todos los días.
Esta palabra para los recabitas es muy fuerte, ya que tenían muchas cosas en contra desde el principio, pero lograron enderezar lo que estaba torcido a causa de su obediencia. Los recabitas eran una rama de los ceneos, un clan seminómada, que no pertenecían al pueblo judío, por eso la promesa es fuerte, sobre todo pensando en que todavía no era el tiempo de la gracia. Estos ceneos habían entrado en contacto con los israelitas en el desierto después de la salida de Egipto.
Jue 1:16 Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.
Se consideraban hijos de Caín, por lo que seguro había una iniquidad de homicidio, pero ellos la cortaron, porque según 1era de Samuel mostraron misericordia para con Israel.
1Sa 15:6 Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec.
Por otro lado estaban emparentados con los amalecitas y los madianitas dos tribus que presentaron gran oposición a Israel, pero ellos se separaron en la guerra contra los amalecitas.
Siendo mas precisos esta familia, la casa de Recab, había sido fundada por Jonadab, hijo de Recab el cual había participado activamente en la rebelión de Jehú contra la familia de Acab y en la consiguiente eliminación de todas las prácticas vinculadas con el culto a Baal (2da de Reyes 10). Jonadab era radical, con principios claros, y participo del celo por Jehová que tenía Jehú en los días que no se había apartado de Dios.
También eran radicales porque pensaban en esta vida nómada en contraposición con una vida sedentaria y con prácticas de agricultura que eran propias de los cananeos e incompatibles según ellos con la religión de Israel.
Finalmente, fruto de la obediencia reciben una terrible promesa que es habitar en la presencia de Dios TODOS LOS DÍAS!!
Dios está buscando gente que se anime a no acomodarse en un lugar, que rechace y luche contra la idolatría, que enderece lo torcido, tenga lugar en su presencia y que por sobre todo sea radical en obediencia. Serás vos?
(1) Palabra de Jehová que vino a Jeremías en días de Joacim hijo de Josías, rey de Judá, diciendo:
(2) Ve a casa de los recabitas y habla con ellos, e introdúcelos en la casa de Jehová, en uno de los aposentos, y dales a beber vino.
(3) Tomé entonces a Jaazanías hijo de Jeremías, hijo de Habasinías, a sus hermanos, a todos sus hijos, y a toda la familia de los recabitas;
(4) y los llevé a la casa de Jehová, al aposento de los hijos de Hanán hijo de Igdalías, varón de Dios, el cual estaba junto al aposento de los príncipes, que estaba sobre el aposento de Maasías hijo de Salum, guarda de la puerta.
(5) Y puse delante de los hijos de la familia de los recabitas tazas y copas llenas de vino, y les dije: Bebed vino.
(6) Mas ellos dijeron: No beberemos vino; porque Jonadab hijo de Recab nuestro padre nos ordenó diciendo: No beberéis jamás vino vosotros ni vuestros hijos;
(7) ni edificaréis casa, ni sembraréis sementera, ni plantaréis viña, ni la retendréis; sino que moraréis en tiendas todos vuestros días, para que viváis muchos días sobre la faz de la tierra donde vosotros habitáis.
(8) Y nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro padre Jonadab hijo de Recab en todas las cosas que nos mandó, de no beber vino en todos nuestros días, ni nosotros, ni nuestras mujeres, ni nuestros hijos ni nuestras hijas;
(9) y de no edificar casas para nuestra morada, y de no tener viña, ni heredad, ni sementera.
(10) Moramos, pues, en tiendas, y hemos obedecido y hecho conforme a todas las cosas que nos mandó Jonadab nuestro padre.
(11) Sucedió, no obstante, que cuando Nabucodonosor rey de Babilonia subió a la tierra, dijimos: Venid, y ocultémonos en Jerusalén, de la presencia del ejército de los caldeos y de la presencia del ejército de los de Siria; y en Jerusalén nos quedamos.
(12) Y vino palabra de Jehová a Jeremías, diciendo:
(13) Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Ve y di a los varones de Judá, y a los moradores de Jerusalén: ¿No aprenderéis a obedecer mis palabras? dice Jehová.
(14) Fue firme la palabra de Jonadab hijo de Recab, el cual mandó a sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado a vosotros desde temprano y sin cesar, y no me habéis oído.
(15) Y envié a vosotros todos mis siervos los profetas, desde temprano y sin cesar, para deciros: Volveos ahora cada uno de vuestro mal camino, y enmendad vuestras obras, y no vayáis tras dioses ajenos para servirles, y viviréis en la tierra que di a vosotros y a vuestros padres; mas no inclinasteis vuestro oído, ni me oísteis.
(16) Ciertamente los hijos de Jonadab hijo de Recab tuvieron por firme el mandamiento que les dio su padre; pero este pueblo no me ha obedecido.
(17) Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí traeré yo sobre Judá y sobre todos los moradores de Jerusalén todo el mal que contra ellos he hablado; porque les hablé, y no oyeron; los llamé, y no han respondido.
(18) Y dijo Jeremías a la familia de los recabitas: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Por cuanto obedecisteis al mandamiento de Jonadab vuestro padre, y guardasteis todos sus mandamientos, e hicisteis conforme a todas las cosas que os mandó;
(19) por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No faltará de Jonadab hijo de Recab un varón que esté en mi presencia todos los días.
Esta palabra para los recabitas es muy fuerte, ya que tenían muchas cosas en contra desde el principio, pero lograron enderezar lo que estaba torcido a causa de su obediencia. Los recabitas eran una rama de los ceneos, un clan seminómada, que no pertenecían al pueblo judío, por eso la promesa es fuerte, sobre todo pensando en que todavía no era el tiempo de la gracia. Estos ceneos habían entrado en contacto con los israelitas en el desierto después de la salida de Egipto.
Jue 1:16 Y los hijos del ceneo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las palmeras con los hijos de Judá al desierto de Judá, que está en el Neguev cerca de Arad; y fueron y habitaron con el pueblo.
Se consideraban hijos de Caín, por lo que seguro había una iniquidad de homicidio, pero ellos la cortaron, porque según 1era de Samuel mostraron misericordia para con Israel.
1Sa 15:6 Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec.
Por otro lado estaban emparentados con los amalecitas y los madianitas dos tribus que presentaron gran oposición a Israel, pero ellos se separaron en la guerra contra los amalecitas.
Siendo mas precisos esta familia, la casa de Recab, había sido fundada por Jonadab, hijo de Recab el cual había participado activamente en la rebelión de Jehú contra la familia de Acab y en la consiguiente eliminación de todas las prácticas vinculadas con el culto a Baal (2da de Reyes 10). Jonadab era radical, con principios claros, y participo del celo por Jehová que tenía Jehú en los días que no se había apartado de Dios.
También eran radicales porque pensaban en esta vida nómada en contraposición con una vida sedentaria y con prácticas de agricultura que eran propias de los cananeos e incompatibles según ellos con la religión de Israel.
Finalmente, fruto de la obediencia reciben una terrible promesa que es habitar en la presencia de Dios TODOS LOS DÍAS!!
Dios está buscando gente que se anime a no acomodarse en un lugar, que rechace y luche contra la idolatría, que enderece lo torcido, tenga lugar en su presencia y que por sobre todo sea radical en obediencia. Serás vos?
Alejandro David Desalvo
martes, 20 de abril de 2010
lunes, 19 de abril de 2010
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