Trastornados: octubre 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

Metas…

Sabes, la vida es como una carrera competitiva con una meta a alcanzar y necesitas grandes esfuerzos para lograr esa meta. Algunos creen que cuanto más rápido llegas mejor serás. Pero en la carrera de la vida no importa cuan rápido llegues, sino que llegues!!. En esta carrera hay obstáculos a saltar y esquivar (problemas). También hay distracciones que hay que ignorar para no tropezar o para no quedarte siempre en el mismo lugar. Pero también hay señales que sí hay que prestar atención, ellas te llevan por buen camino.
Sabes, en esta carrera tu peor oponente es la mediocridad. Todo lo que sea camino fácil pero que te desvía de la meta es mediocridad. Ella no aparece si vos no le das lugar.
Hay algo en nuestras vidas que produce un peso terrible y que molesta para avanzar en esta carrera. El PECADO. Y es ahí, cuando comenzas a sentir ese peso, la mediocridad te habla suavemente al oído, convenciéndote: “no lo vas a lograr” “es mucho peso, quedate tranquilo donde estas” o mejor “tomate algunos atajos”. Sí, atajos en los cuales después te encontras atrapado y sin salida, sin encontrarle el sentido a la vida. Ella te convence y te va venciendo despacio hasta dejarte en el suelo y casi sin vida.
La Biblia dice que la paga del pecado es muerte, y que todos pecamos, sin excepción de persona. Pero hay alguien que quiere ayudarte y quiere cambiar tu realidad (Jn. 3:16). Él vino para tomar el peso de tus pecados, aunque era puro y perfecto (sin pecado). La Biblia dice que la gente amó más la maldad: lo azotaron, lo golpearon, lo torturaron y lo mataron, ¿sabes por qué? Porque la paga del pecado es muerte (Rom. 6:23a). Él no lo merecía, pero se entrego a la cruz, y lo hizo por amor a vos y a mí, para darnos libertad del peso del pecado. Alguien tenía que pagar el precio de nuestros pecados, era Él o nosotros. Él no lo dudo dos veces y dijo “Yo voy”.
Ocurrió un milagro y Él resucitó de la muerte y vive para siempre. A todos los que creemos, Él mismo nos quitó el peso del pecado para que pudiéramos vencer la mediocridad y llegar a la meta.
La meta: La vida abundante. El sentido de la vida. El propósito por el cual naciste.

Si sentís en tu vida que el peso de tus pecados es una realidad que no te deja avanzar. Todavía estas a tiempo de pedirle a Jesús que entre en tu vida, te de libertad y sentido a tu vida. Por que Él te quiere regalar VIDA ETERNA (Rom. 6:23b).
Si alguna vez dejaste entrar a Jesús en tu vida, pero has tomado decisiones que te llevaron por caminos en los cuales hoy te ves atrapado con el peso del pecado, todavía hay unos brazos abiertos que te esperan, todavía hay perdón (1ª Jn. 1:9).

No pierdas el tiempo!!! Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, nadie llega a la meta (Dios = Vida) sino por Él.

Por Emma.
foto : www.flickr.com/photos/luzdelsur/2904900517

miércoles, 28 de octubre de 2009

Ariel Arevalos, 2do Congreso Trastornados 2009

lunes, 26 de octubre de 2009

Metas…

"El puente"

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